Estamos atrapados en una encrucijada que nos lleva a
la destrucción de nuestro planeta y, por tanto, de nuestra especie. Para salir
de esta trampa, para neutralizar los efectos de la coraza, ( Wilhelm Reich), es
necesario que tratemos de cambiar actitudes y hábitos. Dedicarnos a:
a.- Mimar
nuestros sentidos a través de la música, el arte, el
silencio, el contacto con la naturaleza y la sexualidad.
b.- Cuidar
nuestro organismo evitando agentes tóxicos,
siguiendo dietas equilibradas y consumiendo alimentos ecológicos.
c.-
Cultivar los afectos, la solidaridad y la comunicación,
tanto con nuestras parejas, amistades y personas queridas, como en nuestras
relaciones sociales y laborales.
d.- Asumir
la temporalidad de nuestra vida, permitiéndonos
construir una escala de valores más cualitativa, apreciando la calidez de lo
bello y lo humano frente a la frialdad de los objetos.
e.-
Descargar tensión y eliminar los efectos del distrés
y de las expresiones externas a través de actividades acordes a la motivación y
posibilidades de cada persona: deportes, meditación, danza, expresión corporal…
f.- Reducir
el sufrimiento emocional, afrontar creativamente las crisis
y reblandecer la coraza con psicoterapias caracteroanalíticas, psicocorporales,
que tengan en cuenta estos conceptos, y con intervenciones preventivas en la
primera infancia: masajes, juegos, relaciones diferentes en la pareja y la
familia… “ La expresión de las emociones siempre iba acompañada de cambios
corporales” Charles Darwin. XAVIER
SERRANO ( Mente Sana, nº 87 )